En los últimos años, hemos sido testigos de una gran evolución tecnológica que ha alterado nuestra forma de vida y, en consecuencia, ha reconfigurado los modelos laborales tradicionales. Estos nuevos paradigmas laborales han planteado un desafío innegable para muchas empresas, que se encuentran en un proceso de adaptación constante para ajustar sus modelos de gestión y valores a esta nueva realidad laboral en constante cambio.

Aún así, según un estudio realizado por Steeple, el 52% de las empresas aún no han establecido planes concretos a corto o mediano plazo para adaptarse a estos cambios. 

Por otro lado, los datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística para el segundo trimestre de 2023 muestran que solo el 7,3% de los trabajadores en España realizaron más de la mitad de sus tareas desde casa durante ese período, lo que equivale a aproximadamente 1,5 millones de personas. Esta cifra es significativamente menor en comparación con el auge del teletrabajo registrado durante la pandemia, que alcanzó el 16,2%.

Además, el porcentaje total de personas que teletrabajan al menos un día a la semana ha disminuido al 13,9%, lo que refleja una caída del 5,5% con respecto a los niveles de la pandemia y del 2,7% en comparación con el primer cuatrimestre de 2021. Estos números indican que un 86% de los empleados en España aún no disfruta de la opción de teletrabajar de manera regular.

A pesar de esta preocupante disminución en la adopción del teletrabajo, es innegable que la flexibilidad laboral continúa siendo una necesidad prioritaria para los trabajadores españoles. De hecho, una encuesta de InfoJobs destaca que el 37% de ellos coloca esta flexibilidad en la cima de su lista de prioridades, seguida de cerca por el tipo de contrato (36%) y la calidad de las relaciones con sus compañeros y la proximidad al lugar de trabajo (29%).

Estos resultados subrayan una transformación profunda en la mentalidad laboral de España y ponen de manifiesto la creciente demanda de opciones de trabajo más flexibles y equilibradas. En este sentido, es crucial que las empresas reconozcan esta realidad y estén dispuestas a abrazarla, no solo como una tendencia, sino como una oportunidad para impulsar la productividad y la satisfacción de sus empleados.