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¿Sabes delegar? Te contamos por qué es indispensable

En algunos casos, los/las gerentes o líderes de áreas en las empresas tienen miedo de delegar funciones. Pero este miedo debe desaparecer. Saber delegar es una parte muy importante de las características de un líder y, por lo tanto, afecta directamente a la capacidad para gestionar un grupo de personas. 

Delegar funciones debe tomarse como algo natural, ya que es imposible que un/a líder de área pueda asumir toda la carga de trabajo. Pero la delegación no hace únicamente referencia a posibles tareas específicas, sino que también puede referirse a la toma de decisiones. No todas las decisiones que se tomarán en un departamento son necesariamente estratégicas o vitales para el mismo. Pedir a personas del equipo que también se hagan cargo de ciertas decisiones los hará más independientes, más seguros y más involucrados.

A pesar de que los tiempos están cambiando, nos encontramos jefes reticentes a dar ciertas responsabilidades a personas de su equipo porque quieren cargarlas todas a sus espaldas. Esto, a largo plazo, es un error, ya que cuando necesites que ese equipo asuma responsabilidades estará poco maduro por falta de experiencia.

Si eres de los/las que aún les cuesta delegar, te damos 5 claves para ayudarte:

  1. Confianza: el primer paso, sin ninguna duda. Delegar implica poner toda la confianza en la persona a quién vas a trasladar la responsabilidad. Y es tan importante tenerla como no perderla a las primeras de cambio. Todos cometemos errores. Es importante detectarlos y corregirlos, y la experiencia hará el resto. 
  2. Productividad: saber delegar tiene mucho que ver con la productividad. Por un lado, porque con ello buscamos optimizar el reparto de tareas para ser más eficientes. Y, por otro lado, porque la persona que recibe esa tarea la sentirá como suya y querrá demostrar que puede hacerla bien. Usualmente, si damos esa confianza delegando una tarea, se nos devuelve con un mejor trabajo.
  3. Motivación: estrechamente ligada a la confianza y a la productividad. Sentir que se nos delegan tareas importantes (y no las que no quiere nadie) nos hace sentir parte del equipo, que estamos contribuyendo de verdad. Y eso nos motiva a seguir. Cuando sólo nos limitamos a seguir órdenes como robots, por el contrario, es cuando suele aparecer la desmotivación.
  4. Mejora de habilidades y experiencia: delegar tareas a tu equipo hará que ganen experiencia y mejoren sus habilidades. Y esto les hará cada vez más capaces, lo que se convertirá en un beneficio tanto para el departamento como para la empresa.
  5. Disminución del estrés: puede que en un primer momento nos cueste delegar porque creemos que nadie hará eso mejor que nosotros. Y puede que incluso a corto plazo podamos tener razón. Pero a largo plazo es una decisión terrible, que además de influir negativamente en ti y en tu equipo a nivel profesional, acaba afectando a lo emocional. Si en algún punto acumulamos demasiadas tareas o decisiones y no hemos aprendido a delegar, es posible que acabemos por explotar y entremos en una espiral de estrés nada positiva. Por eso, es vital empezar a delegar lo antes posible.

Estos son algunos de los motivos para empezar a delegar. Ahora sólo hace falta que des el paso, confíes en tu equipo y que este empiece a crecer.

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