Durante décadas, el currículum ha sido el pasaporte profesional por excelencia. Un simple documento, a menudo reducido a una página, que pretendía resumir años de formación, experiencia y logros. Sin embargo, en pleno 2025, el sector de los Recursos Humanos se pregunta: ¿sigue siendo el CV la mejor herramienta para encontrar talento?
La respuesta, cada vez más, es no. Un estudio reciente de Harvard Business Review revela que el 88% de los directivos considera que los currículums no reflejan con precisión las habilidades reales de los candidatos. ¿Por qué? Porque el mundo laboral cambia a una velocidad vertiginosa: surgen nuevas profesiones, las habilidades técnicas se quedan obsoletas en cuestión de años y, sobre todo, las llamadas soft skills (comunicación, adaptabilidad, liderazgo, pensamiento crítico) han pasado a ser tan importantes como la formación reglada.
Nuevas formas de evaluar talento
Ante este escenario, las empresas más innovadoras están apostando por alternativas que permiten evaluar el talento de manera más real y objetiva:
- Entrevistas ciegas: eliminan información personal como nombre, edad o universidad para evitar sesgos y centrarse en las competencias. De esta forma, se fomenta la diversidad y se da oportunidad a perfiles que, quizás, no habrían pasado el primer filtro por prejuicios inconscientes.
- Pruebas situacionales y retos en vivo: cada vez más organizaciones plantean a los candidatos la resolución de casos prácticos o problemas reales del negocio. Esto permite ver cómo piensan, cómo se comunican y cómo resuelven bajo presión.
El papel de la tecnología y la validación social
- Portfolios interactivos y gamificación: en sectores creativos o tecnológicos, mostrar proyectos, productos o incluso participar en simulaciones gamificadas es mucho más relevante que una lista de títulos.
- Inteligencia Artificial: plataformas como HireVue ya utilizan IA para analizar competencias, tono de voz y estilo de comunicación durante videollamadas, identificando patrones de comportamiento y prediciendo el encaje cultural y profesional del candidato.
- Referencias y validación social: las recomendaciones en LinkedIn, los testimonios de antiguos compañeros y la huella digital profesional ganan peso en la toma de decisiones.
¿El fin del CV tradicional?
¿Significa esto que el currículum ha muerto? No del todo. Sigue siendo útil como carta de presentación y para ordenar la información básica. Pero ha dejado de ser el único filtro. En un mundo donde el trabajo cambia más rápido que las titulaciones, la experiencia demostrable, la capacidad de adaptación y las soft skills valen tanto o más que un papel bien redactado.
Para los candidatos, esto supone un reto y una oportunidad: ya no basta con tener un buen CV, hay que saber demostrar en tiempo real lo que uno es capaz de aportar. Para las empresas, supone profesionalizar y modernizar sus procesos de selección, apostando por la diversidad, la objetividad y la experiencia del candidato.
El futuro de la selección: híbrido y humano
El futuro de la selección de talento es híbrido: combina tecnología, datos y humanidad. El CV ya no es el rey, pero sigue siendo parte del proceso. Lo que marcará la diferencia será la capacidad de demostrar, con hechos y no solo con palabras, el valor que cada persona puede aportar a una organización en constante cambio.